La mayoría de personas son como pedro cuando era
inmaduro espiritualmente. Pedro estaba tan emocionado, y dispuesto a morir
por Jesús pero cuando llego el momento de la prueba lo negó.
Y esto nos enseña a todos una gran lección, que la fe en Cristo no radica en emociones, sino en una convicción verdaderas de quien es Jesús en nuestras vidas. Pedro había caminado con Jesús presenciado muchos milagros pero aun le faltaba que su fe fuera afirmada. . Y la herramienta perfecta para esto es la prueba, en la
prueba o nadas ,o te hundes. Jesús le enseño a pedro que no es solo decir creo de boca y
esto le pasa a muchos creyentes están firme con Dios “supuestamente” hasta que le
llega el momento decivo de decir si yo creo en Cristo o
negarlo con nuestra acción. Y creo que más de uno de
nosotros necesitamos que el gallo nos cante para saber
si de verdad estamos o no estamos en Cristo. El apóstol Pablo
lo pone de esta manera examinémonos para ver si estamos en la fe.
Porque el que crea que esta firme mire que no caiga. Ese momento transformo
a Pedro trabajo en el de una manera que reconoció su
verdadera condición y aunque fue doloroso lo ayudo a
verdaderamente afirmara su fe en el Mesias. Después de
eso Pedro no fue el mismo. Y la verdad no es hasta que
somos probados que sabemos si de verdad creemos en Dios con
todo nuestro corazón. La prueba fue en sí para que pedro viera
como estaba espiritualmente . El reconoció que en verdad lo
que salía de su boca no estaba en su corazón. Y hoy nos
pasa lo mismo décimos que creemos en él, pero con
nuestros hechos lo negamos. Siempre he dicho esta frase el
gallo canto y pedro entendió. Que el señor nos ayude a
afirmarnos en la fe y no seamos de aquellos que dice
si señor yo moriría por ti,
pero cuando empieza la persecución digamos jamás lo conocí.
P. Judy Jaramillo
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