EL ORDEN

¿Todos queremos paz?

Por lo menos a mí no me gusta estar en discordia, o pleitos con nadie. Pero en ocasiones no entendemos que no solo debemos desear la paz, sino que debemos ser los que la ponen en práctica. Escucho a muchas personas decir yo quiero tener paz en mi matrimonio que no tengamos discordia. O escucho personas decir no quiero problema con nadie, pero no paramos de hablar y decir lo que no debemos. Entonces como podemos tener paz en nuestras vidas esperando que otros sean responsables. Es tiempo de ser embajadores de paz: Romanos 12:18 Si es posible, en cuanto dependa de vosotros, estad en paz con todos los hombres. La paz no depende de otros depende de ti. Yo soy responsable de traer la paz a mi hogar, matrimonio, e iglesia o soy el encargado de sembrar la desarmonía. ¿La gente ora por la paz, pero que hacemos por vivir en paz? El único que no paz es el señor y solo podemos vivir en paz cuando nosotros nos ajustamos a lo que la palabra dice y rechazamos lo que la carne, el mundo y el diablo quieren. Por eso si de verdad la paz de Dios está en ti nadie te roba tu paz, y tu tranquilidad tú la pierde cuando te suelta del dador de paz Jehová shalom.

¿Hay Discordia en tu matrimonio? Siembra paz calla, no discuta, no busque pleito con tu esposo, con tus hijos. Perdona más, pasa por alto las ofensas las personas que no perdonan no tienen paz. Cuando la paz se vea comprometida has todo lo posible por poner orden, y no caos. Si hay un “incendio” no le eche más leña. Controla tu ira, ten dominio sobre tus emociones la persona que no lo hacen carecen de paz. No des tantas opiniones, no te envuelvas en chisme, y en discusión por tema de religión. Si hay chisme en la iglesia no preste tus oídos para escuchar ni tu boca para opinar. Recuerda las palabras de Jesús bienaventurados los pacificadores se uno y serás feliz. Si quiere paz comienza teniendo tu paz en tu vida y así podrás llevar paz y no discordia a las vidas de todos los que te rodean. Nunca tendrá paz si no practica el vivir en paz y hace todo lo necesario para proyectar esa paz a los demás.